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Desde el proyecto Grindhouse, hace ya como 3 años, que vi por primera vez la imagen de Machete, estaba seguro que no tardaría en ver la película, y como soy mas fan de la calidad y accesibilidad que de la legalidad en cuestiones de derecho de autor, me hice mi muy casera premiere un día antes del estreno mexicano, con invitados de lujo y toda la cosa, hasta una alfombra roja, por la catsup derramada engalanó la velada.

Los presentes ahí íbamos a ver sangre, muerte, chichis sin que nos importara una tostada la trama o el impulso emocional de los personajes, no señor, el impulso emocional, ya lo sabíamos desde la reseña, Machete estaba encabronado, y buscaba venganza.

Desde un principio íbamos a que nos dieran un héroe, que fuera mexicano, que fuera peligroso, que fuera malo, sádico y que matara a cuanto cabrón se le pusiera enfrente, y si eran gringos racistas, mejor, queríamos nuestro Kyzer Sose, un antihéroe de tamaños, y para acabar de identificarnos, que fuera feo.

Y con un inicio tan prometedor, comenzaron los gritos, risas y los “a la verga puto” que acompañaban los machetazos de los malos, conforme fue pasando la película los gritos y las risas se fueron apagando, veía a un Danny Trejo, falto de movilidad, que se tenía que valer de los cortes de cámara para parecer lo sanguinario y cabrón que se necesitaba, y si, escenas violentas pero carentes de imaginación, y un Rodriguez que le quedaba grande la película y el personaje.

Claro que no es mala película, al contrario es buena película, pero las expectativas son canijas y el héroe que nos regalo Robert a los mexicanos, es mas como un Michael Myers que se muere y milagrosamente resucita, y que a veces posee una fuerza sobrehumana y en otras le cuesta trabajo hasta caminar, incluso cuando se le montan las viejas a Machete, da la impresión que pueden llegar a lastimarlo, también, físicamente el cuerpo de Trejo ya no es el de “Del crepúsculo al amanecer”, donde sin duda en esa pequeña participación imponía mas lo que en toda la película del mexicano cabrón.

Ay muchas cosas buenas, la ambientación, los villanos (el siempre cumplidor Tom Savini), y cosas geniales como Steven Segal, Lindsay o el hermano cura de Machete, pero Rodriguez nos quiere meter a huevo frases y escenas memorables todo el tiempo (el escape en el hospital) y eso es lo que acaba por fastidiar lo rescatable, diálogos que pretenden estar a favor de los inmigrantes y dar una razón de lo ojetes y pendejos que son los gringos por no aceptar a los “espaldas mojadas” en sus tierras, y quedan en una autentica palmadita de hombro a la banda inmigrante. (Por ejemplo el dialogo de los guaruras en la casa de Booth.)

Machete fue, mas que un juego, un capricho mal logrado, pero sin duda recordaremos al personaje, porque simplemente la idea y la historia de “Machete” fue mas grande de lo que fue su película, y a muchos les gustará y disfrutarán esto, y que bueno, porque Machete merece convertirse en un héroe popular mexicano. Si tuviera el honor de decirle algo a Rodriguez de este proyecto, sin duda le diría: “You just fuck with the wrong mexican”  “PINCHES PUTOS”