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Hoy se acaba de anunciar que se termina el programa El Tlacuache, o por lo menos uno de los conductores Bazooka Joe (Rafael Basaldúa), no seguira mas en la estación de los 40 Principales, todo esto por un comentario que hizo, yo no oí el programa pero esto fue lo que reseña El Economista:

“Una de las personas que llamó preguntó cómo se hacía un niño envuelto. Entre risa y risa, el Bazzooka Joe hizo una alusión a la niña Paulette (obvia alusión) que soltó la hilaridad en la cabina e, intuimos, en gran parte de los radioescuchas, pero también la molestia de también un probablemente amplio sector.

No pasaron ni diez minutos más cuando una de las llamadas despertó la incertidumbre en los radioesuchas: pedían hablar con el Bazooka pero en privado.

Iñaki Álvarez (productor) y el Niño con Barba siguieron con la conducción del programa dando claras muestras de que algo no estaba bien al interior de la cabina. A los pocos segundos, la señal fue interrumpida cuando aún faltaba más de media hora para que concluyera el programa.”

Y ahora por todas las redes sociales, crucifican la actitud de la radiodifusora, alegando la falta de libertad de expresión, y el trato injusto hacia el conductor de dicho programa.

Hay cosas bien ciertas aquí, y al parecer nadie las ha visto:

1. La radiodifusora no es un estación pública, es una negocio privado, con intereses y fines de lucro, y esta en perfecta libertad de poner la voz y las opiniones que a ellos mas les convengan, con tal de ganar audiencia, y los locutores, no son mas que voceros de esta empresa, y deben acatarse al lineamiento que la estación les marque.
2. Si los dueños del programa consideran que la opinión de uno de sus empleados dice algo que pueda perjudicar el fin de lucro o la moral de la empresa, esta en perfecto derecho de quitarle su micrófono a tal conductor.
3. Uno podrá estar de acuerdo o no con lo sucedido, pero NO es un tema de libertad de expresión, es decir, si tu trabajas en cualquier empresa, y haces algo en contra de sus intereses, pues el desenlace será igual que el del Bazooka, ya que hay foros especializados en estas mismas empresas abiertos para la opinión pública, en los cuales la empresa se deslinda de los comentarios generales que se pudieran hacer.

En conclusión, el Bazooka, que me cae a toda madre, la cago, él como profesional de la comunicación se paso de la raya, y no porque no hayan dicho cosas peores, (que las han dicho), sino que el tema Paullete es muy caliente todavía, como conductor de radio, que recibes varias llamadas diarias del público en general, debes sensibilizarte con los temas que están permitidos o no, por la misma sociedad, y es tu responsabilidad el alcance que puedan tener tus propios comentarios, porque a mi en lo personal me imagino lo que ha de ver dicho, y sinceramente, no era para tanto.

No fue la radiodifusora, sino el público mismo el que protesto el exceso en el que cayó el conductor, es decir, la estación vive del publico que la oye y la mayoria no les gusto el comentario, y se sintieron ofendidos, entonces si hubo libertad de expresion, el del publico ofendido, y obvio hay muchos a favor, pero como en toda buena democracia, la mayoría es la que se impone.

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